jueves, 16 de abril de 2020

Los cansados sonidos gravitacionales






Sin mi infeliz histerismo enclaustrado veo cómo habla la química, se está despegando de mi cuerpo, me mata, me hunde, sé que crecen las sorpresas en los moretones que se multiplican por mi piel, estoy aplastado contra el suelo con la barriga hinchada y sin sentir la respiración que me ahoga, hay una botella incrustada en la punta de mi pene fláccido pero no me pregunto por qué, es inútil, sé que sabes que la visión da vueltas debajo de la vida y no es bueno inhalar carbono silencioso para sentir el dolor doloroso de un corazón convertido en vertedero, no puedo apretarte la mano cuanto más alarmas rugen del gobierno, me entretengo dando vueltas decepcionado donde el ajuste perfecto es tu final achatado, ellos cruzan las piernas silenciosos antes de rebotar por autopistas plagadas de gente histérica, tengo las alas cortadas y lentamente me crecen las uñas, las oigo hincharse, están incrustadas  en el yo colgado, voy dando un vacío día a día, piso las decepcionante sorpresas que no sanarán la química que llena el final de una reacción cansada, jugos de cerebro roto transportan la risa que fluye en las aprensiones, es un bonito día de ensueño sentimental, decepcionado insecto, sabes, insecto, nosotros en el suelo, tú dando vueltas a tus hélices de monóxido de hierro, dando tantas vueltas que contraen la reacción de mis manos tranquilas, abajo, voy abajo, y te como el coño, y comienzan de nuevo las alarmas, vienen y van, colapsando un jardín de bonitas confusiones, desilusionado siempre, decepcionado del trabajo, mis alas rotas sangrantes provocan otro día inútil que se aferra a una flotante hipocondría que termina generando heridas, es una jornada más de primavera.


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