miércoles, 6 de noviembre de 2019

En mitad de la nada



Eres yo. Tal vez sea un truco de fuera cambiado de lugar. Eres el animal rabioso con el que he compartido enfermo mi vida. Mientras, veo que la gente es dos veces yo y me dicen a qué lugar he sido invitado. Sé que perdí, me fui, me fui, tuviste, lo tengo. Bueno, tú, yo… Rasco una vez la piel hasta sangrar, yo mismo, aquí, y tú estás arrinconado en tu demencia. Todavía espero que ella sepa todo esto algún día. Me sentiré aliviado y muerto. Tal vez eres tú de quien están hablando fuera. Los que conociste a lo largo de lo que nunca fuiste. No puedo equivocarme. Lo que sea que sea. Eres un bolígrafo. Eres un despertador. Estoy asustado de poder saber quién soy, qué eres. Tal vez has venido y no estás aquí. Es cierto, eres amado y conoces un secreto. Has sido. Eres mi amigo, y lo sé. Nunca estuvimos juntos. Cuando yo iba tú venías. Voy a decir que dormía, así me convenzo. El nombre, tu nombe,comienza mal. Trataré de pronunciarlo. No puedo. No sé si es la vergüenza de saberme menospreciado. Bien, quizás me conozcas. Soy yo éste. Me he ido y nunca más volveré. Debo decir que tengo que odiarte. Perdón, qué sé yo. Sé que ella no puede hacer lo que yo todavía desconozco. Todos ustedes tampoco lo hacen ¿No podrían asustar a sus familiares, matarlos? Un poco de diversión visceral para amenizar la velada. Estoy en reposo, eso está bien. Solo pienso en la aguja en el ojo; solo quiero saber que soy usted. Le advierto que algunos piensan mal. Todos. Esa es mi paranoia. Debo continuar con ello. Tengo miedo de la claustrofobia que se esconde a la izquierda y piensa en aferrarse a mi espalda. Seguro que se va. Algún día. A lo largo de la jornada me veo incapacitado de ser un loco que la amé. Tú eres tu pareja. ¿Quieres saber otro secreto instigado? Cuenta que creo que sea cada caso con lo que soy y lo que queda está invernando. No puedes conocerlo todo. Tal vez solo lo que piensas. Eres una coartada, todo tú, y no puedo asustarte para que desaparezcas. ¿Es que conoces a la gente de abajo? No es lo que sé lo que sé. He de decir que bebo mucho y consumo porno. Yo soy y yo soy el vano.  No está mal, eso es lo que se conoce. Quiero permanecer muy quieto. Lo comparto. Descansa. Tú, yo… Voy a colocar esto en mi cerebro. ¿Me equivoco? Esconderse bien fuera una vez que tú comiences a decir realmente si quieres salir de mi estómago. Es estar al corriente de si tal vez me da vergüenza enorgullecerme de ser el mismo. No estaré solo. Pero te dice que estás hostigado. No puedo. No me fui como si aún estuvieras en la feria de la pulga. Tu animal está en la cárcel, me aferro a los barrotes. Sé que se han ido juntos y solo me avisas dos veces. Conozco algo justo. Te sientes como un rasguño de ánima. Estaba la claustrofobia, lo que yo siempre temí. Eso es lo que tal vez la gente espera de mí. Ella siente que ha cambiado de miedo. Está acorralada con ella misma, y yo, tú, bueno, pensamos que, si el momento es correcto, no debería importar. Conocerte, lo que sea que ese nombre signifique; saber, tal vez, que un yo conectado y seguro anda por ahí suelto, es lo mejor que me ha ocurrido en el día de hoy.


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